viernes, 31 de enero de 2014

El fin de las cosas no es más que un nuevo comienzo.

2013 ha sido un libro maravilloso. De 365 páginas no ha sobrado ni una, quiero decir, que ha contado una historia apasionante desde el primer capítulo hasta el último. Gracias a Dios no ha habido mucho drama, ha sido un viaje de aventura con pequeñas dificultades por el camino, pero siempre con final feliz.

Cuando comencé el año, sentía dentro de mí que algo iba a cambiar... estaba encerrada en la monotonía y cansada de poner límites a mi vida...de no ser realmente yo quien tomara decisiones, y estar triste siempre por las mismas cosas, frustrada por no encontrar un camino... demasiadas cosas como para recordarlas todas. Pero lo bonito fue observar poco a poco, como la energía iba creciendo dentro de mí, hasta que estalló como una estrella que nace de pronto. Tomé las riendas de mi vida para empezar a conocerme mejor, construir mi destino con mis manos y sacar dentro de mí esa fuerza. A partir de ese momento, todo a mi alrededor se veía distinto. No puedo explicarlo, pero todo brillaba más de lo normal, todo tenía un color mucho más alegre, y no paraba de conocer gente MARAVILLOSA, EXCEPCIONAL... algo que me impulsó a ese cambio fue conocer a personas de otras partes de Europa, de otras partes del mundo, que tuve la oportunidad de conocer en mi ciudad, sin moverme de casa, y que me dieron tantas perspectivas, y tanta ilusión por la vida, que en vez de sentir que daba un salto al vacío, sentía que daba un salto a conocer el mundo. 

Los 6 primeros meses del 2013 fueron indescriptibles, hacía tanto tiempo que no me sentía así de feliz que para mí fue un nuevo renacer. Pero lo mejor estaba por llegar, y era comenzar mi Erasmus en Dinamarca. Justo antes de irme me dijeron que me habían vuelto a salir dos quistes en los ovarios y que había que operar, y se me cayó el mundo encima, porque el tratamiento de después de la operación era bastante tedioso y no quería pasarlo en otro país...Como ya no había tiempo y no era una operación de urgencia máxima decidimos esperar, y a mediados de Agosto me dirigí rumbo a mi sueño, todavía sin ser realmente consciente de que me iba de mi país, que tendría que hablar otro idioma y conocer otro mundo. Ya han pasado cuatro meses desde que comencé esa apasionante aventura, y sé que será una de las que marcará mi vida para siempre. 

Este año próximo sólo espero que las cosas buenas por venir superen con creces a las malas, que me sigan robando besos con pasión y que encuentre ojos que me transmitan más que palabras. 




miércoles, 3 de abril de 2013

¿Es la felicidad cosa de ignorantes?

Desde antes de que yo tuviera uso de razón, desde mucho antes de hecho, se fue difundiendo un rumor sobre todo por la parte occidental del mundo. Y era que los ignorantes son más felices que los que no lo son. Es decir, son más felices que aquellos que tienen acceso y dan el paso hacia la información porque éstos, por su naturaleza humana, se ven instigados a seguir investigando, a realizar hipótesis, barajar posibilidades, y buscar soluciones a esos procesos que les rodean; y ante el desesperado y ansiado momento de encontrar una respuesta que no llega, caen en la frustración consigo mismos, porque se crean nuevas dudas, nuevas perspectivas y realidades que antes por desconocer no deseaba alcanzar.

¿Pero esto es verdad? ¿Qué certeza hay? 

El hecho de buscar preguntas y buscar respuestas a nuestro mundo puede ser un proceso arduo y desmotivador, pero al más leve indicio de entender cómo funciona algo, por muy básico que sea, se prende la llama de nuestra inteligencia. Encontramos un poco de paz, al menos al pensar, que hemos podido ser creados para descubrir.

El descubrimiento en este aspecto es un arma de doble filo, porque es el que nos motiva a perseguir algo, pero nos distrae y hace que pasemos por alto el momento en sí, el "ahora". Y a veces vivimos oteando el horizonte, intentando vislumbrar las respuestas, obviando que son nuestros pies quienes nos llevan hasta ellas. Que es el momento lo que cuenta.

El hombre siempre intenta vivir un paso por delante. Quizás haya sido una cuestión de supervivencia. Y ahora ... en estos tiempos...¿quién se va a parar si quiera a formular bien una pregunta, si Internet antes de que lo sepa ya tiene una respuesta?¿Si lo que dicta la supervivencia social es inmediatez, llegar antes de reflexionar...? Así sí que se consigue la infelicidad. No es por el hecho de conocer, si no por tener tanta información y no saber qué hacer con ella, ni si quiera prestarle un minuto a nuestro cerebro para que la encaje y nos sea útil para nuestra propia realidad. 

Podríamos decir entonces que la felicidad reside en aprender cosas de nuestro entorno, pero aprender de verdad, de que los conocimientos nos sirvan para aplicar a nuestra propia vida, y de encontrar un sentido con ello. 

En un ámbito de psicología social...¿Podríamos decir que los que vivían en entornos rurales eran más felices que nosotros que vivimos en entornos urbanos? Pues recientes estudios indican que no. La adaptabilidad al medio indica que aquellos eran igual de felices que nosotros ahora. Llegamos al mismo punto, la felicidad no reside en tener más o menos acceso al conocimiento, si no del uso que hagas de él. Así por ejemplo, el Dalai Lama, Gandhi o Martin Luter King eran hombres sabios, pero felices también. Podemos creer que las tribus en Nueva Guinea o el Amazonas son felices porque no tienen acceso a la crisis, a los desahucios o a Internet que también forman parte de la información que recibimos. Pero en realidad, son felices porque aprenden a vivir con lo  que tienen. La felicidad reside dentro de uno mismo. Porque somos libres, porque podemos jugar con la perspectiva con la que miramos a la información y a los recursos de nuestro entorno. Y aunque parezcan que la información pone límites a las acrobacias de nuestro cerebro, sólo se usa como trampolín para desarrollar nuestra esencia. 

La felicidad reside dentro de ti, al igual que la libertad para alcanzarla.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Simplificando la vida.

Cada vez más, debido a la situación que nos rodea, de las caídas libres de la economía y el descontento social...me replanteo mi vida de mil formas distintas. Algo me dice que voy a tener que vivir en un mundo radicalmente distinto dentro de poco, que la estabilidad y la protección que uno sentía bajo el techo de la "clase media" se acaba...que somos demasiados, que el sistema es insostenible, que lo que se avecina puede ser tan transgresor como lo fue el éxodo rural en su tiempo. Y no voy a hacer juicios de valor haciendo creer que este será mejor o peor que aquel...es demasiado pronto. No pretendo ser alarmista, ni causar pánico en la gente...aunque es normal que surja el miedo, a nadie le gustan los cambios, y menos cuando no se es capaz de vislumbrar un camino fácil... la adaptación puede ser muy dura. 

Pero esto ha sido así desde que el ser humano comenzó su largo recorrido; siempre ha tenido que ir adaptándose. Es adaptarse o morir. El más adaptado al medio es el que logra sobrevivir, y al final ¿qué es lo único que importa para nuestros genes? Vivir, perpetuarse. A nuestros genes les importa bien poco la economía, pero  resultar un gran problema para nuestro cerebro humano que la economía se desmorone. Y no porque no nos podamos abastecer de alimentos o servicios...que ojo, no digo que no sea importante, que comemos. Si no que el ser humano tendría que reestructurar todo de una manera distinta y a tientas, que es lo peor, porque tendría que ser algo que no se hubiera probado ya, porque hasta ahora nada ha funcionado al 100% (Y creo que jamás nunca nada lo hará) pero al menos intentar buscar un 99% de fiabilidad en nuevas estructuras. Eso puede suponer un caos.

Y esto es lo que yo creo que haría con mi vida si veo que todo cae en un caos...Cogería mis últimos ahorros, mi bici y algo de abrigo y viajaría. Y ya está. Para esto no hay edad, ni alma bohemia, ni nada... simplemente consiste en simplificar la vida. 

Es como si a ti te avisaran de que próximamente morirás, intentas ser lo más feliz posible las horas que te quedan... Pues bien, tengo un secreto: Próximamente morirás. Todos morimos. Y no importará para nada como ha ido la economía, como esos políticos fueron todos unos caraduras, como no conseguistes vivir en un palacio de oro... Quizás unos instantes antes de morir te sientas cansado...pero recuerdes momentos gratos, risas, besos, abrigo, apoyo, amor, paz, sexo...No, no recordarás un fajo de billetes que te encontraste, por muy feliz que te hiciera en ese momento.

Procura no llegar a hundirte del todo en la miseria que impone esta sociedad. Elige antes por tu bien y por tu mano, cambiar de mentalidad, de estilo de vida y hazlo tuyo propio, disfruta sin más. Y sé feliz con lo que eres, con las personas, y no por lo que materialmente tengas.

sábado, 6 de octubre de 2012

Cáceres sobre ruedas.

La forma de moverse por Cáceres está cambiando, y cada vez me siento más como en mi amada ciudad de Amsterdam. 

A pesar de que la iniciativa de poner bicicletas para alquilar por toda la ciudad no salió rentable, son cada vez más los que deciden coger su propia bici y usarla como medio de transporte. Es difícil encontrar una causa específica, pero sea cual sea, es una decisión que nos beneficia a todos. Tanto a los que lo usan, por su salud y calidad de vida en el futuro, y a nosotros, porque contribuye a reducir la contaminación y a una buena calidad del aire. Además, con la precariedad de algunas líneas de autobuses y la subida próxima del precio del billete, es una decisión bastante inteligente la de circular por Cáceres sobre ruedas. 

Como usuaria habitual de mi bicicleta...he de decir que a veces resulta algo incómoda, cuando hace frío a las 8 de la mañana par ir a las clases, o cuando en hora punta, no encuentras espacio para ir cómodo entre tanto coche, pero también reconozco que se le acaba cogiendo el gusto. No tienes que esperar a que llegue el autobús, no vas apretujado entre tanta gente, estimulas tu sistema linfático y hormonal al estar haciendo deporte... en fin, todas las ventajas que puede conllevar el ejercicio y además desplazándote. 

Si esto sigue así, quizás acabemos logrando carriles bici por el centro de la ciudad, aunque por la estructuración de Cáceres y sus subidas y bajadas tan pronunciadas, es bastante complicado incluso imaginarlo... pero si es posible que la gente coja la bici en Cáceres, pocas cosas tiene que haber imposibles de hacer en nuestra ciudad, que cada vez se adapta más a otras. 

Va dirigido a todos aquellos que tenéis una bici en casa cogiendo polvo...en cuanto la uséis un par de veces sabréis las ventajas que conlleva usarla. ¡Ánimo!

sábado, 8 de septiembre de 2012

Ciudadana de un lugar llamado mundo...

Y a pesar de que soy ciudadana de un lugar llamado "mundo" también soy europea, soy española, y en mi corazón se extienden raíces extremeñas.



¡FELIZ DÍA DE EXTREMADURA A TODOS! 

Incluso a los que no seáis extremeños, ya que tarde o temprano descubriréis que tiene una riqueza natural y cultural infinita, que también os pertenece y que tenéis que preservar.

Límites de la magufada

¿Dónde están los límites que separan lo posible de lo imposible, lo alcanzable de lo irracional, o la ciencia de la fe? Eran preguntas que me surgieron a raíz de ver el documental basado en el libro de "El Secreto". 

Parte de la base del poder del optimismo o más bien de los pensamientos, relacionándolo con todo lo que nos rodea o sucede. Durante el documental te vas dando cuenta de que dicen cosas realmente profundas, interesantes y reflexivas, pero llegan a rozar a veces el límite de iluminación divina, divagaciones irreales, que se sustentan en un falso positivismo y olvidan por completo parte de la condición de ser humano, que es la estupidez y por supuesto, que erramos. Como bien sabemos, somos un cúmulo de emociones y sentimientos, las sensaciones emocionales como la tristeza, la ira, la alegría o la euforia nos hacen reconocer lo que sentimos, y en efecto, muchas veces podemos controlar nuestros pensamientos y con ello, lo que sentimos. Si percibimos las cosas diferente, nos afectarán de diferente manera. Sabemos que no es lo mismo una persona neurótica que una persona que vive sosegada, pero es que en muchos casos, eso es incontrolable, forma parte de nuestros rasgos, de nuestra personalidad humana. 

En el documental se pretende que siempre te mantengas en las emociones positivas y anules las negativas, porque esas emociones positivas te ayudarán a sentirte mejor contigo mismo, a contactar más con tu medio y a creer y a crear tus posibilidades. Todo esto, mezclándolo con unos toques de metafísica, una "ciencia" aún por corroborar, que está sirviendo de apoyo para muchos de los documentales de esta índole. Me parece genial divagar con todas las posibilidades físicas que podrían estructurar el universo y la vida, pero hay que vivir un poco más con los pies en la tierra, es decir, mantener un contacto y manejar lo que realmente incumbe a la humanidad. Y eso es algo que también nombran en el documental, pero a la vez que está diciendo eso se va contradiciendo con otras cosas. 

Parte de los problemas personales de la sociedad actual provienen de que nos han educado en un falso optimismo, es decir, poner la cara buena para todo lo que nos ocurra, y eso ha conllevado en muchas casos a que nos dejásemos explotar, que en vez de evolucionar siguiésemos en círculos alrededor de nuestro objetivo, para no alejarnos sin llegar a alcanzarlo de verdad. 

Este documental es positivo por una parte porque fomenta el positivismo extremo, la fe no religiosa a creer que lo puedes conseguir, y que hay un camino más sencillo y directo a ello.

A su vez, es ahí dónde empiezan los problemas y te conduce a pensar que es una magufada. Afirman que todo lo que no conseguimos, no lo conseguimos porque  mandamos una señal al universo (interconectado) que nos devuelve lo que queremos, y lo que hemos solicitado se acaba cumpliendo. Entonces es cuando pienso... ¿todos aquellos a los que le pasan desgracias naturales... es por qué han mandado al universo una señal? Los niños que mueren asesinados a manos de sus padres...¿Han pedido eso a la vida?¿Y cuando alguien quiere con todas sus fuerzas curarse de un cáncer y lo único que le toca es morir en paz?...

Muchas de las leyes del azar están escritas. Otras no. Nosotros tenemos que confiar en nuestras posibilidades, tenemos que creer en nosotros y arriesgar por superarnos. Pero no caigamos en la falsa creencia de que todo se puede evitar con nuestro pensamiento. Otra vez caemos en la arrogancia de creernos dioses, cuando nuestra vida es tan frágil y azarosa como el resto del universo. 

Y sin embargo, también quería romper una lanza a favor de este tipo de documentales. En el proceso de "restauración" psicológica, cuando una persona ha perdido la fe en la humanidad o no le encuentra sentido a su vida, ha tenido una profunda depresión o se siente aíslada, creer en esas cosas, le hace agarrarse a algo; y  sinceramente, prefiero mil veces a que una persona crea que pueda conseguir algo, con una fe inquebrantable a que lo puede alcanzar (aunque luego quizás no se cumpla) a que se agarre al pensamiento de que ella no puede hacer nada, todo está en manos de un "dios" y tiene que rezar 40 avemarías diarios para ponerse en contacto con él y que redirija su vida.

Todo es respetable, aquello que te hace feliz sin dañar a los demás, es bueno para ti, pero si tengo que apostar por algo en esta vida es porque creamos en nosotros mismos, que nos caigamos y nos levantemos por nuestro propio pie, y que no le debamos cosas a ningún dios. 

Y para acabar, y ya continuaré en otro post (ya que he mezclado muchas cosas) diré que no rechazo la espiritualidad, creo que todos somos energía. Si no, ¿de qué impulso ibámos estamos viviendo? pero la energía en la que yo creo es mucho más sencilla, más funcional, y más limpia que todo lo que nos intentan meter.  

Creo en la fuerza del ser humano, pero sólo como ser humano. 

viernes, 3 de agosto de 2012

Sobre lo que es efímero

Efímero, que dura poco tiempo, de corta duración, que tiene fin.

Se equivocan cuando dicen que la belleza es efímera. La apariencia es efímera. La esencia permanece a lo largo del tiempo y se perpetúa... Una persona bella podrá serlo aún con los años encima y cuando su piel se vuelva arrugada, porque la belleza se verá reflejada en el brillo de sus ojos.

La buena música, no termina cuando termina una canción...

El placer puede parecer efímero, pero surge de nuevo al recordar una situación que provocó placer...

Lo único que podemos decir que es realmente efímero en esta vida es la vida misma.



jueves, 2 de agosto de 2012

¿Nadie es imprescindible?

Bueno durante toda mi vida he oído esa frase..."Nadie es imprescindible". Ha habido muchos momentos en los que de verdad lo pensaba y estaba de acuerdo, de hecho, gente importante, gente corriente, gente "buena" y gente "mala" moría, se lo merecieran o no, el mundo seguía funcionando, las relaciones sociales no cambiaban. Tu vida no cambiaba, lo conocieras o no, seguías hacia delante. Quizás esté hablando generalizando mucho, ya que existen cambios donde la muerte de alguien ha supuesto un cambio de régimen, un cambio social, el suicidio de otra... pero por lo general, parece ser que nadie es imprescindible en este mundo. ¿Hasta qué punto es eso cierto? A mi parecer, somos una red de interconexiones que van mucho más allá de lo que se observa directamente en relaciones. Tenemos círculos más amplios o menos amplios que nos relacionan al mismo tiempo en muchos sitios. Contamos con el apoyo de los círculos más estrechos y basamos muchas de nuestras creencias o referencias en círculos más alejados, pero siempre están ahí. Nosotros, como conciencia propia del yo, muchas veces nos alimentamos de nuestro propio ego, nos creemos imprescindibles y superiores a lo que nos rodea. Otras veces sin embargo, nos limitamos, nos camuflamos entre un sin fin de personas e intentamos parecernos a los demás. Pero creernos prescindibles del mundo, nos resta un gran valor que poseemos.

Muchas veces la frase nadie es imprescindible se hace para quitar hierro a una determinada situación, como cuando uno rompe con su pareja. Entonces alguien le suelta esa frase, y la otra persona se va dando cuenta de que realmente, puede valerse sola. Pero eso quita un gran valor a lo que puede aportar una persona. Para mí, las personas son como tesoros, diamantes en bruto, universos con patas que se ocultan tras una falsa homogeneidad creada por la sociedad. Y es cierto, que el sistema de nuestras relaciones, lleva a que todo se mantenga, y no dediquemos la paciencia suficiente a conocer esos microuniversos. Siento que a veces ese sistema, es el que deja que avance la sociedad, si no, quizás nos centraríamos demasiado en una persona, y desatenderíamos aspectos más esenciales para una sociedad, como establecer un sistema político. 

El caso es que, aunque pensemos que las personas no son imprescindibles en nuestra vida, sí que aportan un valor extraordinario a nuestra propia existencia. En el momento en el que estás desempeñando parte de tu ciclo vital con ellas te das cuenta de que son tu punto de apoyo y refuerzo, o tu tormento y tu lucha por superar una mala situación. Mucha gente pensará... no, pero si no es una persona ya lo aprenderás de otra, o por otro lado... Pues no. Yo pienso que gracias a esa persona tendrás una manera de ver el mundo que se irá conformando, y será tan importante como otra, y tan imprescindible como otra. Es una suma, en eso estamos de acuerdo. Puede parecer que por restar uno no pasa nada, pero ¿qué pasaría si restáramos todos bajo la norma de que "nadie es imprescindible"? Que todo se desmoronaría. 

En una experiencia tan maravillosa como es la de ser monitora de campamento, he descubierto que a pesar de tener a 40 niños a mi cargo, cada uno me ha aportado cosas distintas, he aprendido mucho, y seguramente aunque no les vuelva a ver, aunque mi vida siga hacia delante sin ellos como se había previsto,  cada uno de ellos habrá marcado un punto imborrable en mi existencia.