viernes, 14 de octubre de 2011

Somos la generación de un cambio

Todavía hoy, muchos no saben que mañana habrá una manifestación global. Muchos se quedarán en casa, ignorando que otros se hallan en la calle, reivindicando sus derechos, y los de otras muchas personas. Muchos insisten en que no vale de nada, que no ha cambiado nada y que todo seguirá igual. Muchos se quedarán frente al televisor, tragando toda la basura que los medios deseen proporcionarle. Todos ellos desconocen la realidad social, la que estamos viviendo, la del cambio. Les llegan rumores..."gente que se queja...la ha habido siempre..." "¿Qué puedo hacer yo, si soy sólo uno?...porque no vaya no pasará nada...""Dicen que son cuatro perroflautas que quieren ganar dinero sin trabajar..." Hay muchas posturas frente al tema, demasiados artículos, muchas personas que piensan diferente...gente que tenía fe en el cambio, y gente que la ha perdido, y ahora casi repelen a los que siguen luchando pacíficamente. Pero por encima de todos los que luchan, de todos los que se rindieron, e incluso de algunos que (tristemente) ignoran lo que está pasando...existe una misma ideología, un mismo fin...Queremos que este mundo sea un mundo más justo, más solidario...más humano y social. Esto no deja de ser un proceso. La gente que se justifica diciendo que no cambiará nada...es que no es paciente, ni tampoco observadora...está habiendo un cambio muy profundo en la mentalidad de la gente, se está germinando una manera distinta de concebir la democracia, o de dar paso a la verdadera democracia.

Nos han manipulado hasta niveles insospechados, somos producto de un sistema democrático que no acaba de funcionar...y en gran parte, es culpa nuestra, de nuestros padres y abuelos en su inicio, por no reivindicar, por no luchar, por no dejar las cosas claras. No nos dejemos caer en una lógica absurda de pensar que ya lo hará otro...O que se solucionará solo, o que así son como funcionan las cosas. Porque lo importante somos las personas, el pueblo, sus derechos y su dignidad...Sólo conseguiremos un mundo libre cuando nos liberemos de los yugos de la falsa política, de sus mentiras y su corrupción. Seremos libres cuando alcemos la antorcha de los valores sociales, de la verdadera democracia...Pero tienen que saber que estamos ahí, que somos muchos, los que no vamos a permitir que esto siga sucediendo, los que vamos a luchar por ello, con nuestra voz e ideología, los que nos uniremos y permaneceremos en el tiempo...y germinaremos a través de esta semilla, la que mueve conciencias, y genera el cambio...
Sin violencia ni odio...se puede alcanzar nuestro objetivo. No sabemos cómo será el camino, pero tenemos claro cuál queremos que sea su final, y es lo que debe permanecer claro en nuestras mentes.
Queremos cambiar el mundo que nos rodea a un mundo mejor...Pero sólo si estamos unidos, podremos conseguirlo.




15...O.
Manifiéstate.



miércoles, 6 de abril de 2011

Comida de plástico

El otro día fui a comprar al Mercadona, todo sea dicho, hacía mucho tiempo que no iba a comprar comida allí; y mientras revisaba los productos de la lista, pasaba por un montón de estantes y productos, que el amado consumismo capitalista, había llevado hasta allí. Y me di cuenta de la cantidad de envases que se utilizaban para todos los alimentos, una cantidad inimaginable, si lo multiplicamos por el número de centros comerciales del país, y mas, del mundo. Había incluso productos envasados en una bolsa de plástico, que luego tenían más bolsas de plástico para individualizarlos, como las magdalenas, los bizcochitos y las ensaimadas. Yo recuerdo, que de pequeña, no las encontraba así, las encontraba todas dentro de una bolsa, y no por ello era menos higiénico...al menos no vi que se muriese nadie por eso.
En la sociedad actual, no se consume como hace 30 o 40 años. No sólo por el cambio que ha sufrido nuestra dieta en la última década, si no porque ahora, todo lo que comemos, está plastificado. Además de consumir los recursos naturales de manera masiva, estamos produciendo y malgastando otros recursos que se emplean en el proceso, entre ellos, la plastificación de todos los alimentos; cuando los consumimos, estamos consumiendo también todo lo que los envuelve. Antes, ibas al mercado del pueblo y allí te abastecías directamente, lo máximo que necesitabas era una bolsa, en muchas ocasiones era de tela, y los productos eran naturales y frescos. A raíz de esto, también observé el otro día, un montón de frutas y verduras, grandes, coloridas, y muy brillantes, y muy limpias...cogí unos tomates y me los llevé a casa, parecía que me estaban llamando para que me los comiera. ¿Y a qué sabían? A Nada. Mi madre siempre me dice que en esos sitios observe, cuales son los tomates que tienen mejor pinta, que los toque, que los compare... y yo digo: Ahora eso, ¿Para qué? Si total, todos me van a saber igual, a nada. Y es que a veces, cuando veo a los tomates, a las manzanas, todo tan brillante y tan bonito, sólo soy capaz de acordarme de los juguetes que usábamos para jugar a las cocinitas en mi guardería...era comida de plástico, y en poco se diferenciaba de lo que hay ahora.
Os invito, si nunca lo habeís hecho (que dudo de que no) a degustar y comparar un tomate de un huerto natural, recién cogido, con uno del supermercado X. Ya vereís lo que cambia la cosa, y el gusto que da disfrutar de algo así.

Además de el placer personal que puede proporcionaros, pensad que es más ecológico, en todos los sentidos, y estaremos echando una mano al planeta, si sabemos tratar con equilibrio el consumo.

Un beso.

viernes, 25 de marzo de 2011

Un consejo ;)

Después de mucho tiempo sin escribir aquí, no porque no tuviese tiempo...si no porque sentía que había perdido la inspiración, las ganas de mover conciencias, de consolidar ideas...he decidido que voy a intentar recuperarlo.
Antes me salía mi vena filosófica sobre todo por entender la filosofía, al estar estudiándola en Bachillerato; y eso me hacía escribir artículos de temas existencialistas, profundos y que tocaban todo tipo de temas. Todos hablamos de los temas que nos interesan, pero éstos tienden a cambiar según en la etapa que te encuentres. Ahora estoy una etapa...en la que no sé muy bien de que hablar, porque no encuentro el sitio donde desenvolverme bien. Estoy estudiando actualmente Derecho, y bien es cierto que los temas de política cada vez me suenan más en los oídos, y entiendo más cosas...pero...ni mucho menos podría hablar nada de eso...me siento en pañales fuera y dentro de las clases de la facultad. Lo que quiero decir con esto, esque de momento mi blog no podrá seguir siendo ni la herramienta ni la fuente de mis inspiraciones filosóficas, primero tengo que encontrarme a mi misma y luego ya tendré tiempo de divagar sobre temas de la humanidad... Y ahora trataré de ordenar mis ideas, exponiendo tan sólo lo que siento.
Después de 7 meses estudiando en la facultad de Derecho me he dado cuenta, que a pesar de todos mis esfuerzos, no he conseguido lograr que me guste, ni que mucho menos me imagine ejerciendo de abogada o teniendo que trabajar con esos temas, porque hay cosas que me superarían, y que "me amargarían la vida", coloquialmente. Muchos se preguntarán entonces que qué hago estudiando derecho...pues porque por casualidades del momento, he ido a parar ahí. Pero ya, después de 7 meses, me he dado cuenta de que tengo que hacer lo que realmente me guste, haced lo que realmente os guste, porque tiene que haber gente para todo...y si no te toca a ti ser eso...puedes ser lo que tú realmente quieras...quizás en el mundo laboral te las veas y te las desees, pero si eres bueno, podrás llegar a ser el mejor. Yo no podría trabajar para Derecho porque a pesar de tener que tragar con muchas injusticias, veo todo muy burocratizado, me aburriría en esa vida. Necesito moverme, sentirme viva y sentir que estoy haciendo lo que quiero, lo que me gusta, por mucho que cueste; porque si algo malo tiene derecho esque me está costando, pero esque además no me gusta nada, no sé por donde coger los apuntes...y sé que cuando acabase los 4 años de carrera tendría que hacer 2 años de especialización, y luego si quiero ser abogada prepararme para entrar en el colegio de abogados otros dos años, y habría tardadado 8 años de mi vida en hacer algo que no me gusta hacer, y que a lo mejor no tardaría 8, tardaría 9 o 10...me esforzaría muchísimo para conseguir algo que no me llena ni me hace sentir realizada...y muchos dicen: ¡Pero ganarías un pastón!. Sinceramente, prefiero vivir más humildemente, pero feliz.
Asiesque, un consejo, sed lo que queraís. Esta vida está para aprender a encontrar la felicidad.