martes, 14 de abril de 2009

Pasión por el baile

Pocas personas tienen lo que se llama pasión por el baile.
Creo que es algo innato, que se nace con ello, por el desarrollo de una determinada parte del cerebro en el proceso embrionario. Una parte de nuestro cerebro donde se encuentra la capacidad creadora y de expresión se desarrolla, y una vez habiendo interactuado con la música en el exterior se da como una explosión de comunicación, de lenguaje a través del cuerpo, y sientes que no hay mejor manera de hacerlo, y que con eso transmites lo que te pasa cuando escuchas la música. Con algo de sentido del ritmo aprendes a hacer nuevos movimientos, nuevas "palabras corporales", que cada vez expresan mejor tus ideas y sentimientos.
El baile es una manifestación, que por muchas censuras que haya habido, siempre ha estado presente en las sociedades y etnias del mundo...Desde las clases más bajas de la sociedad a las más altas.
Puede describir la pasión de la vida, el torrente de sentimientos, y formas de creación nuevas.
Puede describir el baile sencillo, sobrio, con estilo marcado, pero no por ello negado de expresión.
El baile es vida, y es necesario tanto como el hablar con palabras.
Eso es pasión por el baile, sentir que lo necesitas y sentirte vivo con él, te permite tener felicidad aunque sea momentánea, y desarrolla tu libertad de expresión corporal con la capacidad de emocionar a la persona que te ve, que sienta un mínimo de lo que tú sientes, que tu llegues a compartirlo con la gente también es lo mejor de ello.

lunes, 13 de abril de 2009

Descripción de naturaleza

Desde aquí, al mirar hacia el horizonte, se ve una extensa explanada verde dividida en parcelas y dehesas y en ellas se practica lo que el Ser Humano inventó hace ya miles de años. La agricultura de, ya sea cereal, tabaco, tomate o maíz es muy frecuente que se produzca por la gente de estos lares. Al igual que el la ganadería, aunque al por menor, de vacunos y ovinos que alimentan a la gastronomía extremeña.
Se alternan llanuras con pequeños valles o montañas. Torrejoncillo es el entorno rural que compuestesto por sus amables gentes, forma parte de este maravillosos paisaje natural.
Estamos en primavera. Los árboles lucen fuertes, frondosos y con flores con el fin de polinizar. Todo está verde y luminoso, reflejado por los tenues rayos que filtra del Sol por las ligeras nubes que arañan tardes de primavera.
En el campo todo es distinto a la ciudad. En la ciudad apenas se oye el viento. A veces dudas de que el aire siga existiendo. Éste se corta por el ruido del tráfico, por el humo de los coches o simplemente por el alto murmullo de los viandantes. Los pájaros aquí emiten sonidos suaves, entonan cánticos desde el alba hasta el atardecer, que fluyen tan apaciblemente como el murmullo de un arroyo. En la ciudad se amontonan apabullándose en las cópas de los escasos árboles de un paseo, alzando su píar y gorjeos de una menera escándalosa, incluso molesta, que se une al tráfico y viandantes.
El aire, en el campo, parece que es el que está compuesto por el viento y no al revés. El viento, parece que te trae noticias lejanas, te trae olores a tierra mojada, o a leña en el fuego. Esto se traduce al aire que respiras, se transforma en serenidad, apacigua tu estrés de la ciudad y te hace reflexionar sobre la sociedad de hoy en día. Parece que hemos evolucionado tanto...Pero quizás seamos la generación que más equivocada estemos, al no tratar a la naturaleza como se merece y de vez en cuando no pararnos a escuchar su melodía, a oler el aroma de sus flores o a fijar la vista en su infinito horizonte plagado de naturaleza.