miércoles, 18 de marzo de 2009

"El día que te caigas de tu ego te vas a matar"

En nuestra vida es difícil mantener un equilibrio...egocentrismo, solidaridad, narcisismo, humildad, vanidad... Todas las personas vamos manejando esos conceptos y vamos formando, según nuestra moral, los que se adapten mejor a nosotros.
Sin embargo, sabemos que existen personas solidarias, humildes, vanidosas, egocéntricas, narcisistas...es decir, que destacan en alguno de esos aspectos.
Bien, pues este artículo va dedicado a personas egolátras, con toques narcisistas, y rasgos que delatan frustración consigo mismo y que pagan con los demás. Son las personas que más detesto, o más repulsividad tengo, o...que me resultan incomprensibles, incoherentes.
La egolatría es una visión distorsionada de la realidad que nos lleva a creer que el mundo sin nosotros no sería nada, que todo cuanto sucede a nuestro alrededor requiere de nuestro protagonismo, y que los hechos no son importantes en sí mismos, si no que el protagonista, que soy yo, es el importante, que el mundo se rige como es nuestro esquema mental, con sus ideales, prejuicios, conocimientos, y respuestas emocionales, y esto lleva a creer que ya sabes lo que va a hacer la otra persona porque tú, que eres superior a ella conoces su respuesta.
Este uso o abuso del "yo" es una exagerada y absurda creencia de que nuestros valores son mejores de los demás, que estamos más capacitados...es decir, exageramos nuestras virtudes.
Al ser unas personas ególatras o egocéntricas somos capaces de robar el protagonismo a otras personas con tal de que la realidad gire en torno a nosotros, aunque para ello tengamos que desvirtuar a la otra persona.
La única cura que existe para los ególatras es basarse y prácticar en la humildad y solidaridad. Si no lo único que harán será seguir alimentando ese mundo imaginario donde ellos son lo más ideal, inmutable, y perfecto tanto a nivel psicológico como físico(narcisismo), llegando a crear tales ideales de concepto de persona que se alejen de la realidad, y no puedan valorar a las personas como realmente se merecen.

Otro aspecto que me preocupa de la egolatría o del narcisismo es que, muchos, en su intento por desvirtuar a los demás intentan justificar todo lo que dicen o hacen, y eso es un tema más delicado. Según mis escasos estudios en psicología existen determinados problemas de interacción con el mundo exterior o interior (tímidez o frustración) que derivan en una serie de "mecanismos de defensa" para no quedar en "ridículo" delante de los demás.
Bien, uno de los mecanismos de defensa que se da en la frustración es la racionalización, que consiste en la justificación, a veces o casi siempre absurda, de todo aquello que pensamos o hacemos. He visto signos de que este rasgo, aparece en algunas personas ególatras, y puede venir dado por un sentimiento oculto de inferioridad que se traduzca en un "falso" sentimiento de superioridad.

Aún con todo, sabemos que siempre habrá personas egocéntricas...para el resto de la humanidad, sólo nos queda procurar no parecernos a ellas, que no es poco.